Martín Emilio López, el hombre de los nueve cales
Hace 16 años que Martín Emilio comenzó a trabajar en túneles. Era el año 2004 y esta primera experiencia era desafiante, como perforista en el túnel de La Línea. Después de estar allí durante cuatro años, logrando el cale de esta obra que se entregó a comienzos de octubre, pasó por varios túneles más a lo largo del país en regiones como Buga, Anserma, Villavicencio, Ituango y ahora el Túnel de Occidente.
“Yo soy de los primeros en el Túnel de Occidente. Llegué hace dos años con otros cinco compañeros y no había nada. Nos tocó iniciar la excavación y todo el proceso que gracias a Dios se avanzó con el logro del cale del túnel, que fue una felicidad muy grande para todos. Con este ya son nueve cales que he conseguido en mi vida laboral, y es una satisfacción muy grande porque es el logro al esfuerzo de muchas personas”, cuenta Martín Emilio.
Vive en San Cristóbal con su esposa Rubiela y sus dos hijos Yeison y Sebastián, por quienes se esfuerza a diario para sacarlos adelante. “Ellos son mi adoración”, dice y cuenta que por su familia es que vive en los túneles, haciendo lo que más le gusta.
Un gran profesional que por su conocimiento y la experiencia que tiene hace muy buenos aportes, entusiasta, organizado, buen compañero, amable, dispuesto. Así describen sus compañeros a Martín Emilio en su qué hacer diario.
Después de lograr un nuevo cale, esta vez en el Túnel de Occidente, Martín dice que no se ve haciendo otra cosa. “Esta es mi vida y me alegra mucho lo que hago, porque de cierta forma uno está dejando su trabajo a las futuras generaciones, porque este túnel será para el futuro”, concluye.
“Mis hijos son lo más hermoso que tengo. Por ellos y por mi familia es que trabajo con orgullo.”